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Reconocimiento a Miguel “Gomita” Albarado

Miguel Ángel “Gomita” Albarado fue uno de los boxeadores de Concordia que logró un nombre en el boxeo nacional gracias a su entrega y su sacrificio en el gimnasio. Desde sus comienzos de la mano de Mario Salvaterra allá en el Gimnasio del barrio ex Aero Club, con piso de tierra que cuando llovía era casi imposible llegar, Miguel siempre estaba y trabajaba a fondo detrás de sus sueños, los de conquistar el título argentino o forjarse algún cinturón de nivel internacional.

Sin lugar a ninguna duda fue uno de esos boxeadores a los que se denomina el campeón sin corona, pero en su extensa carrera se fajó con todos. Precisamente en un mensaje que me enviaba hace unos días decía, “hoy hace 24 años de la gran pelea que mantuvimos con Lauría” y en esas palabras se resume su humildad. En ese recuerdo está la esencia de Miguel Albarado, apodado “Gomita” por su trabajo en la gomería de Lucho Román en la esquina de San Lorenzo y Humberto Primo, en donde también hubo un gimnasio en el piso de arriba y el boxeador concordiense también entrenó ahí en la búsqueda de cumplir su sueño.

 Nunca le dijo que no a una pelea, se subió al cuadrilátero con todos y en cada una de sus peleas dejó el nombre de Concordia en lo más alto, más allá del resultado, porque podía perder, pero jamás nadie puede arrogarle que nunca dejó todo sobre el ring.

Hoy abrazado a la religión Miguel Albarado continúa siendo el familiero que siempre fue, acompañado siempre y narrando sus experiencias a quienes lo quiera escuchar.

 Tuvo muchos sinsabores a lo largo de su carrera, pero a esta altura de su vida seguramente los planteos pasarán más por lo que pudo dejar en su carrera como ejemplo para quienes continuaron su legado.

 No fue una época fácil para él, porque en su tiempo tuvo a los mejores dentro de su categoría Pluma, combatió con Claudio Martinet en su mejor momento, con el santafesino Ríos hizo varios combates que quedaron marcados a sangre y fuego, uno de ellos en el Autódromo de Concordia, precisamente otras de las peleas fue esta recordada ante Lauría, otra promesa de la época, por nombrar a tres que fueron campeones nacionales y sudamericanos, pero peleó en Uruguay dejando también grandes peleas en clásicos de orilla a orilla.

 Su récord constó de 72 peleas con 31 de ellas ganadas (14 KO); tuvo 35 peleas perdidas (12 antes del límite) y seis empates.

 Si de nombres se trata voy a mencionar a algunos para que quede como ejemplo que no le esquivó a nadie: el uruguayo Wilson Galli (tuvo varias, pero en una en Salto lo vi ganar claramente y se la dieron perdida), “Vaca Mala” Maurín, Pablo Chacón, Remigio Molina, Silvano Usini (esta pelea fue en Italia), Pablo Estrella, Carlos Ríos, Juan Gerardo Cabrera, Víctor Hugo Paz, Ricardo Vega, Domingo Damigella, Ramón Chamorro, Israel Pérez, entre otros tantos. En una noche pudo vencer antes del límite al “Rako” Jaurena, que ya daba sus últimos pasos en el Boxeo profesional y no era el mismo que había empezado en este deporte, pero era una pelea que se pedía porque era un clásico para Concordia.

 En estas líneas se evoca a un boxeador que dejó su vida por este deporte, que marcó una época que fue un ejemplo de deportista y hoy sigue siendo un ejemplo como persona y para ello no hace falta cinturón ni título, eso se gana mostrando ser buena gente y es precisamente la gente quien te corona como un merecido campeón. Reconocimiento merecido para Miguel “Gomita” Albarado.

Fuente: El Heraldo.